martes, 7 de diciembre de 2010

BAJA EDAD MEDIA

ALTA EDAD MEDIA

ESTRUCTURA SOCIO-ECONÓMICA DE LA EDAD MEDIA

Las relaciones personales se basan en dos figuras típicas:

1.Las relaciones feudo-vasallaticas entre individuos, que tiene que ver más con el mundo de la agricultura. En el campo predomina la agricultura de subsistencia. El producto se obtenía en pequeña escala, utilizando técnicas agrícolas relativamente primitivas. El objetivo del feudo era la autosuficiencia.
1.Las relaciones gremiales. En las ciudades los gremios (agrupaciones de artesanos) potencian la economía local e impiden la expansión de la producción y el mercado: las actividades comerciales entre regiones o países estaban severamente limitadas, poco desarrollo tecnológico, escasez de capital, no hay facilidades para la movilidad de los individuos.
En suma, el marco económico y social del feudo era análogo en muchos aspectos al de la polis o ciudad estado griega. El principio de organización en ambos era el rango y no el contrato.

Todo ello se reduce en que estamos en una situación de Economía de pre-mercado. Para dar el paso hacia una economía de mercado era necesaria la aparición de relaciones impersonales, libre movilidad, expansión económica.

Enfoque ético
Autoridad intelectual.
La Iglesia recoge el saber clásico personalizado en Aristóteles, pero luego lo llevan a su moral religiosa (punto de vista escolástico).

Bases de la actividad económica
1.La justicia debe de presidir toda la actividad económica:
En los procesos de intercambio: justicia conmutativa (intercambio de equivalentes), y en los de distribución: justicia distributiva –distribución de la renta- (mérito).
1.La doctrina del precio justo.
1.La dignificación del trabajo. Frente a los griegos, el enfoque cristiano dignifica el trabajo. El trabajo es considerado como la principal fuente de riqueza. El trabajo justifica los ingresos y la propiedad.

Organización social
La sociedad, muy jerarquizada, se organiza sobre la comunidad no sobre el individuo (los individuos solo son iguales ante Dios), de acuerdo a un plan divino. Sobre la base de estos principios se comprende la desigualdad social en capacidad, riqueza y libertad. La sociedad se estructura en estratos sociales (como una pirámide) dentro de un marco de desigualdad, concibiendo a la comunidad como un cuerpo con varias partes, cada una con su función, pero que han de funcionar como un cuerpo único, como un solo organismo (cada una de las partes de las que se compone ha de cumplir con su función pero en única unidad).

Teorías del interés y la usura
Todo esto lleva, en el estudio del pensamiento económico a buscar el precio justo(de los bienes) -la doctrina del precio justo- dentro de esta ética. Ello se observa con claridad cuando se estudia la teoría del interés y la usura. Para el pensamiento medieval usura suponía el cobro, al hacer un préstamo, de cualquier tipo de interés, lo que provocaba su rechazo, considerándolo éticamente reprobable porque el interés no modifica la naturaleza de las cosas (el dinero es estéril: no crea nada) y no procede del trabajo.

Para esta ética el interés es equiparable al beneficio. El beneficio encuentra su justificación en la actividad comercial como fruto del trabajo de transporte o almacenamiento de los bienes. El beneficio solamente es legitimo si procede del trabajo.

Este pensamiento fue poco a poco evolucionando hasta llegar al siguiente razonamiento: el interés solo encuentra justificación en las siguientes razones:
como sanción por retraso
sanción por daño
como indemnización por el lucro cesante (coste de oportunidad): el dueño no dispone del bien en un determinado tiempo). Esta justificación del interés como indemnización fue primeramente rechazada, pero finalmente terminó siendo aceptada.

Teoría del valor-trabajo
¿Cuánto vale una cosa respecto a otra, explicar el precio relativo, el valor de las cosas?
Podríamos definir conceptualmente la teoría del valor diciendo que es la determinación del precio relativo de un bien.
Para determinar el valor de un bien habremos de tener en cuenta que el valor de las cosas depende de dos variables:
La utilidad del bien (más la escasez) determina la demanda
El coste (Oferta)
Los bienes que cuestan mucho es debido a la escasez y los bienes que cuestan poco es que hay mucha oferta. Históricamente, la utilidad y el coste, iban separados: unos decían que era solo el coste el que determinaba el valor y otros decían que era su utilidad solamente. Con Marshall se llegará a la conclusión de que es la suma de los dos lo que influye en el precio de las cosas.

La Teoría del valor-trabajo, orientándose hacia el lado de la oferta, explica el precio (valor) de los bienes en función de la cantidad de trabajo utilizada en su producción.

La posición de los pensadores medievales
Ejemplos de las dos corrientes:
- coste (San Alberto Magno) si el precio de mercado no cubre los costes de producción ésta con el tiempo cesara - demanda (Santo Tomás de Aquino) introduce la necesidad en la formula del precio: el precio variaba con la necesidad.

No usan el trabajo como medida del valor.
El trabajo es el instrumento para legitimar la actividad económica y los ingresos, incluidos los beneficios e intereses.
No hay una teoría del salario:
- No hay un grupo suficiente amplio de asalariados - No se preguntan cómo se forma el salario, sino cuál debe ser para ser justo.

Pobreza y caridad
La pobreza es un problema ético que hay que corregir, empezando por la caridad. El planteamiento doctrinal desde el punto de vista económico es que la caridad es perjudicial porque cualquier tipo de medida de caridad impide que los individuos asuman sus responsabilidades y provoca la ociosidad, con lo que, finalmente, lo que ocurre es que se acentúa e incrementa la pobreza:

Posición tradicional (siglo XIX)
Rechazo de la caridad, se considera perjudicial:
Favorece comportamientos antisociales
Consolida y ahonda la pobreza: el individuo no trabaja porque le garantizan el sustento.

Apoyo teórico
Ley de Say (de ella dedujo la imposibilidad de crisis de sobreproducción y la creencia de un desarrollo armónico del capitalismo, si se deja actuar libremente a las leyes naturales que gobiernan la vida económica. Siempre hay equilibrio económico, por lo tanto no hay desempleo; así todos pueden trabajar-) y teoría malthusiana de la población: si la gente pobre vive de la caridad, aumenta la natalidad, lo que desemboca en hambre, pobreza, enfermedades y muerte.

La pobreza en la Edad Media
La pobreza es esencialmente un problema moral. Objetivo: aliviar la pobreza. Lo que hay que hacer es eliminar este problema mediante la caridad que es moralmente positiva.
La pobreza no generaba una gran presión social: las relaciones feudales garantizaban el sustento de los vasallos y siervos, los vínculos a la tierra o a los gremios generan ingresos de subsistencia, por ello
La pobreza no es un problema de desempleo, sino que es fruto de desgracias personales (vejez, orfandad, enfermedad), antes que de causas económicas, que el individuo no controla y provocan desempleo involuntario
Cuando se rompe el modo de producción feudal (cercado de fincas, desplazamiento de mano de obra a la ciudad, etc.) empieza a tener más sentido la critica clásica a la caridad.
http://www.youtube.com/watch?v=QRIXcKxzUq8

RENACIMIENTO

Históricamente, el Renacimiento fue contemporáneo de la era de los Descubrimientos y las conquistas ultramarinas. Esta «era» marca el comienzo de la expansión mundial de la cultura europea, con los viajes portugueses y el descubrimiento de América por parte de los españoles, lo cual rompe la concepción medieval del mundo, fundamentalmente teocéntrica. El fenómeno renacentista comienza en el siglo XIV y no antes, aunque al tratarse de un proceso histórico, se elige un momento arbitrariamente para determinar cronológicamente su comienzo, pero lo cierto es que se trata de un proceso que hunde sus raíces en la Alta Edad Media y va tomando forma gradualmente.

El desmembramiento de la cristiandad con el surgimiento de la Reforma protestante, la introducción de la imprenta, entre 1460 y 1480, y la consiguiente difusión de la cultura fueron uno de los motores del cambio. El determinante, sin embargo, de este cambio social y cultural fue el desarrollo económico europeo, con los primeros atisbos del capitalismo mercantil. En este clima cultural de renovación, que paradójicamente buscaba sus modelos en la Antigüedad Clásica, surgió a principios del siglo XV un renacimiento artístico en Italia, de empuje extraordinario, que se extendería de inmediato por Hungría y a otras naciones de Europa.


La Fornarina, pintura de Rafael, expuesta en el Palacio Barberini de Roma. En el Renacimiento se afianza el retrato como género autónomo. Aquí se aprecia además el interés por el desnudo, procedente del arte clásico, dando como resultado una imagen heroica de la dama representada.El artista tomó conciencia de individuo con valor y personalidad propios, se vio atraído por el saber y comenzó a estudiar los modelos de la antigüedad clásica a la vez que investigaba nuevas técnicas (claroscuro en pintura, por ejemplo). Se desarrollan enormemente las formas de representar la perspectiva y el mundo natural con fidelidad; interesan especialmente en la anatomía humana y las técnicas de construcción arquitectónica. El paradigma de esta nueva actitud es Leonardo da Vinci, personalidad eminentemente renacentista, quien dominó distintas ramas del saber, pero del mismo modo Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas conmovidos por la imagen de la Antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva sensibilidad humanística. Todo esto formó parte del renacimiento en las artes en Italia.

Mientras surgía en Florencia el arte del Quattrocento o primer Renacimiento italiano, así llamado por desarrollarse durante los años de 1400 (siglo XV), gracias a la búsqueda de los cánones de belleza de la antigüedad y de las bases científicas del arte, se produjo un fenómeno parecido y simultáneo en Flandes (especialmente en pintura), basado principalmente en la observación de la vida y la naturaleza y muy ligado a la figura de Tomás de Kempis y la «devotio moderna», la búsqueda de la humanidad de Cristo. Este Renacimiento nórdico, conjugado con el italiano, tuvo gran repercusión en la Europa Oriental (la fortaleza moscovita del Kremlin, por ejemplo, fue obra de artistas italianos).

La segunda fase del Renacimiento, o Cinquecento (siglo XVI), se caracterizó por la hegemonía artística de Roma, cuyos Papas (Julio II, León X, Clemente VII y Pablo III) (algunos de ellos pertenecientes a la familia florentina de los Médici) apoyaron fervorosamente el desarrollo de las artes, así como la investigación de la Antigüedad Clásica. Sin embargo, con las guerras de Italia muchos de estos artistas, o sus seguidores, emigraron y profundizaron la propagación de los principios renacentistas por toda Europa Occidental.

Durante la segunda mitad del siglo XVI empezó la decadencia del Renacimiento, que cayó en un rígido formalismo, y tras el Manierismo dejó paso al Barroco.